jueves, 5 de agosto de 2010


Me di cuenta que lo amaba, que lo necesitaba mas qe a mi vida, se habia convertido en muchisimo en tan poco tiempo siendo que al principio no apostaba a nada, sin el no vivia, no respiraba. Me habia dado cuenta TARDE qe me habia enamorado de el.

miércoles, 4 de agosto de 2010


Eso me gusta de él: nunca deja de sorprenderme. Siempre hay nuevas historias. No me sorprendería que algún día me dijera tranquilamente que está pensando en ser presidente de la nación o que va a postularse como candidato a ganar un reality show o el mundial de fútbol. Me divierte, me alucina, me hace pensar en la versatilidad de las personas. Me deja pensando, odiando, amando.
No iba a volver a ser lo mismo porque estaba decepcionada, el hombre no me quería y aún así lo necesitaba para existir, la abstinencia me dejaba sin aliento, me ahogaba en una pileta de rosas. Sus palabras, sus mentiras, eran como espinas clavadas deliberadamente en mi cuerpo: las necesitaba allí, si alguien las sacaba me iba a desangrar con seguridad. Si sacaban la espina me moría, las necesitaba, necesitaba esas mentiras, necesito verlo.

Eso es El: una droga. Necesito, me da. Necesito, me da. Necesito, no esta. ¿Qué hago? Necesito. ¿Y qué más? Necesito. Necesito. Abstinencia: crisis de llanto, electricidad, me muero (acto fallido: escribí “muero” en lugar de “duermo”). Aclaro, no pienso eliminar mis fallidos, que son más interesantes que mi historia y que cualquier cosa que mi consciencia pueda recordar. Entonces, mi inconsciente me dice que me muero, probablemente sea cierto. Y cuando estoy casi dentro del sarcófago (porque mínimo quiero morir y que me entierren al mejor estilo faraón egipcio) El vuelve y me da. Y me calmo y vuelvo a respirar y vuelvo a vivir.
Me da lo que necesito: un llamado, un mensaje de texto, unas palabras sin sentido o una patada en los testículos, en caso de que tuviera un par. ¿Lo que necesito? Me da lo que quiere darme sabiendo que voy a aceptar cualquier limosna que venga del Rey que le hice creer que es. Y entonces desaparece y necesito y no está y no vuelve y necesito y la abstinencia de nuevo y la electricidad y me duermo.
Siempre ahogo mis sensaciones, mis deseos, mis sentimientos, mis miserias y alegrías. Lo suprimo todo, eternamente, porque a tiempos es menos doloroso dejar de sentir.
Cuando dejo de sentir empiezo a pensar. Me hago preguntas racionales y me contesto sin mayores problemas. Y la vida es así: fácil, cerebral. Tengo, es cierto, varias personalidades y para cada una de ellas un grupo de amigos diferente. Me cuesta mezclar amigas. A tiempos, soy muchas personas que difieren entre sí: tienen distintas personalidades y las motivan incomparables cosas. Por duro que suene, sé que es así. Hay gente que no se bancaría a mi yo y otras que se sienten poco confortables con Fabu. Por eso tengo que actuar diferente o amoldarme. Soy lo que el ambiente quiere que sea, lo que las situaciones me indican que es mejor ser. Que es más conveniente ser
Cómo puedo amar y odiar a una misma persona? Fácil: el me da lo que quiero, o me da en parte lo que quiero, o me hace creer que me da lo que quiero, o me auto convenzo de estar satisfecha con lo que me da o le mendigo y acepta entregar a modo de limosna. Y por otro lado (me considero un vivíparo pensante) a veces, pocas veces, tomo consciencia de la irracionalidad de lo que hago, de la impotencia que encarno, de lo patético de mis actitudes y comienzo a pensar: situaciones, hipótesis, electricidad, etc.… y eso me hace odiarlo.
La electricidad me hace odiarlo y me hace dormir. Generalmente cuando me despierto, no recuerdo por qué lloré tanto (desdoblamiento) y cuando logro saber porqué, aún no lo entiendo. No puedo ponerme en mis propios zapatos. Como si esa noche de sueños rotos me hubiera borrado todo registro de empatía conmigo misma. Al despertar la pena aparece reducida y hasta minimizada. Reducida a un montón de neuronas de más que hicieron mala sinapsis. Nada más que eso. El no asume culpas, no le inculpo nada, yo vuelvo a ser el feliz arlequín que alegra la vida de los otros y comienza una vez más todo cuando me doy cuenta de que no es suficiente para mí, que necesito más, que no estoy bien. Así es como se ama y se odia a alguien hasta límites insospechados.

lunes, 2 de agosto de 2010

Miedo al abandono. Soy abandonada por todos: amigas, padres, novio, profesores. Todos me abandonan, ¿por qué el no lo haría? Estaba esperando amargamente el día en que no volviera jamás. Eventualmente llegó ese día, pero antes, algunas codificaciones más.
¿Qué está pasando? ¿Qué mierda pasa entre nosotros? No quiero parecer pesada, no quiero que pienses que sos todo en mi vida, no quiero que te des cuenta. Pero ¿Cómo hago cuando estoy sola en mi casa y tengo ganas de abrazarte? ¿Qué hago cuando siento que no te intereso nada? ¿Cómo hago? ¿Cómo hago cuando sé que sos todo lo que tengo? Si me quisieras una milésima parte de lo que te amo, sería feliz.
¿Cómo puede amar y odiar a una misma persona? Bueno, es fácil responder a eso. El fue un estafador: y como todo ladrón, primero te vende el mejor hotel, con el más paradisíaco paisaje en tu ventana. Lo amas. después llegas a la playa y encontrás un estanque de agua mugrienta. Lo odias. Así son estas personas. Así era él. Así sigue siendo.
Por favor, depositen la sierra eléctrica en mi cuello. Muchas gracias.

Solo

Solo