viernes, 29 de julio de 2011



Podría decir que, cuando quiero algo, cuando me gusta lo que siento pero se que en parte lo que siento esta mal o no es lo que debería ser, lo reprimo. Lo doy vuelta todo, y ese amor se vuelve odio, y ese entusiasmo se vuelve pereza, y ese deseo se vuelve frustración. Justo cuando estoy por dar ese paso que vuelve a darlo vuelta todo otra vez para que gane el sentimiento, de alguna forma me convenzo de que no es lo mejor, de que no es seguro. Me quedo con mi forma de pensarlo todo dos veces porque contadas han sido las veces que el sentimiento le ha podido a mi cabeza. Contadas son las veces que haciendo eso no he salido peridendo. Contadas al punto de que sólo con una persona mi corazón estaba por encima de todo pensamiento negativo que intentase apartarme de él. Supongo que es un error, un defecto, una malformación de fábrica. Por ahora sólo puedo decir que si es por mí esta confirmado: tengo un problema de conexión entre mi cabeza y el corazón.


Yo le dí para adelante. Jugué, peleé, luché, entregué mil cosas a cambio de un poco de tranquilidad. De silencio para mí. Necesitaba sentirme egoísta, necesitaba que la gente entendiera que eso pretendía. Siempre fui de pensar en que todo lo que hiciera le podría hacer mal al de al lado. Pero llego un punto en mi vida en que comprendí que no podía vivir por ellos, como si yo fuera lo que ellos quisiera que fuera. Cuando miraba a los ojos de esos extraños hablandome y recomendandome qué hacer y cómo hacerlo bien, solo podia sentirme perdida entre mil palabras que nunca encontraban sentido. Dejé tanto por personas que nunca me devolveran ni una cuarta parte de mi. No les importó dejarme. No les importó lastimarme cuando sabían, podrían derrotarme. ¿Por qué debería importarme ahora? ¿Otra vez?. Si bien mi corazón es fuerte, no puedo subestimar al mundo que lo rodea, hambiento de dolor, hambiento de nada. Y si me ha dicho que basta de heridas y lágrimas, es porque definitivamente esta historia no va más
Me vuelve loca verte verme y nisiquiera gastarte en acercarte a mí para preguntar como estoy, como mierda estoy. Y decir que antes todo te interesaba de mí y ahora, ni la hora me das. No soy más que una chica que te hizo sentir bien una vez en tu vida, no soy más que esa chica que te vio reir y llorar, que te escucho siempre, en las buenas y en las malas. Fui yo. Solo yo la que te sostuvo al caer, la que siempre estuvo. Y si, la verdad es que me jode mucho que no te interese en lo más mínimo que me pasa, que fue de mi después de vos, que fue de mi conviviendo con tus recuerdos, con todas esas palabras que sonaron tan reales y creíbles un día y hoy no son más que basura. Nisquira sabes cuanto daño has causado, nisiquiera puedes imaginarte como has trizado cada una de las esperanzas, de las ilusiones que puse en tus brazos. Verte, con ella, indiferente a mi presencia, indiferente a mi existencia, es lo que me esta matando. No es el hecho de que seas felíz, sino de que le digas a ella todo lo que un día me dijiste a mi, la misma historia, los mismos diálogos. Heme aquí, escribiendo sobre vos, escribiendo mi dolor, esas palabras que sangran que no queres escuchar, ese llanto que nunca secaste con tus manos. Porque al final, parece ser, terminé siendo todo lo que no queres en tu vida. Y no se a que le tengo miedo. No debería tener miedo a nada, porque si alguna vez tuve miedo, fue miedo a perderte y ahora que no te tengo...ahora que no te tengo, no siento nada.
No tenes idea del dolor que me causa saber que vos lo conseguiste todo perdiendome. Y que yo, no he dejado de perder desde que te fuiste de mi vida
Comenzó a evitarme. Como si fuese un mal, un estilo de plaga desplazandose. Comencé a sentir esa incomodidad de hablarle, esa incomodidad que era más bien conocimiento de su indiferencia. En otras palabras, la que siempre hablaba primera era yo. Esperando que al día siguiente el diera un paso, que el tomara la iniciativa. Pero no sucedió, y como si hubiese pasado un tornado (que evidentemente no note) todo se dio vuelta. De pronto, no me mandaba más mensajes, no me escribía, no me llamaba, no lo veía. Y yo puedo ser muy estúpida pero tengo lo que se llama sentido común, o predispocición a la deducción. No era un tornado el que lo había alejado tan abruptamente, era una mujer. Lo era. Si hay algo que aprendí es que cuando un hombre te evita o deja de saber de tu existencia de la nada, es porque hay alguien más o porque algo hiciste mal. Aunque, todos sabemos, ambas cosas van de la mano. Y ahora me dejó cantando canciones que siempre hablan de un tercero en discordia, de una falda corta (demasiado corta) entre dos personas, en el preciso mal momento, en el preciso mal lugar. No podes pedirme que me lo tome con calma, no podes esperar que sonría y lo deje ir. Como suelo decir, o gritar cuando estoy borracha, ¡putos! y a ella (sea quien sea) también, por haberse metido en mi camino, por haberme arruinado una temporada, por haberme roto el corazón.


Me gusta escuchar el eco del piano en mis oídos. Veo películas que me recuerdan ese sonido, dolido de las teclas, emitiendo música, notas que bailan con pasividad. Ese sonido me recuerda a mi corazón, llorando en silencio tu partida, tu ausencia. Recuerdo tus ojos, no creas que los he olvidado. Recuerdo la forma en que me protegias del dolor, de mi misma intentando hacerme mal para sentirme viva. Es una película de imágenes, que pasan fente a mí en el minuto cincuenta y siete de la melodía tocando su fin. Ya nisiquiera recuerdo como sabían tus palabras, esa sinceridad arruyadora que me dejaba respirar profundamente y avanzar unos pasos más. Nunca te voy a olvidar. Una parte de mí siempre va a esperarte. Nunca voy a atreverme a decirte adiós. Con vos, siempre hasta pronto.

miércoles, 27 de julio de 2011

¿Cómo se hace para perder a alguien que en verdad, nunca fue tuyo? Me pregunto ¿Fuiste alguna vez mío? ¿Fuiste real? ¿Fuimos?. Sea mi imaginación, sea la realidad, sea sólo un sueño, quiero repetirlo, quiero repetir cada segundo que compartí con vos. Porque yo no soy ella, porque nunca lo seré pero soy alguien, que te quiere y que aún cuando no regreses, te seguiré esperando. Y no me importa cuan frío seas, cuanta maldad escondas yo me enamoré de quien realmente sos. No quiero una máscara, quiero ver tus ojos una vez más y sonreír.


Te miré sin tiempo en las manos, sin excusas en los labios. Me senté a tu lado para hablar y te sujete la mano porque aquel silencio nos decía más que mil palabras. Preferí escuchar tu respiración y la mía competir entre ellas desesperadas por encontrarse y aún así, esquivándose. Y estábamos pidiéndonos perdón sin voz en la garganta, por no haber esperado. Porque ya no habían relojes que marcaran un tiempo propio de nosotros, entonces los minutos y los segundos se separaron por dos caminos distanciados y diferentes a los que esperábamos compartir. Vos eras de ella y yo de él. Me gustaría que supieras que nunca te he dejado de sentir aún siendo de otro. Por miedo a olvidarte y olvidarme con tu recuerdo. Para ese entonces ya no nos quedaba nada nuestro más que palabras muertas, suspiros vanos y dolor, mucho dolor. Nos miramos; y me vi en vos y te viste en mí. Escondí mi cabeza en tu hombro y en ese momento entendimos que se había quebrado la historia de la vida por habernos perdido en el camino, por inconcientes, por apresurados, por miedo a morir sin compañía, por jugarnos la vida en un minuto terminamos por perderlo absolutamente todo.

P.D: Siempre voy a arrepentirme de no dejarme llevar por el impulso de la insistencia. Por haberte dejado cuando me pediste que lo haga. Ahora, me la paso pensando el típico: "que hubiera pasado si..." sin poder encontrarle respuesta alguna.


Sigo esperando leerte. Quiero encontrarte entre los anónimos, quiero distinguirte, yo te distingo. Porque te escucho, nunca deje de escuchar tu corazón. Y pueden haber pasado ¿cuánto? un año desde que te has alejado de mí y sigo recordándote. De vez en cuando me doy mi tiempo para pensarte, y sonreír. No pienses que me olvide de vos. No podría. No quiero. Y como dije hace poco, no me importa si los astros, las cartas y las adivinas me dicen que nunca serás para mí. Ni las olas ni el viento, ni tus novias ni mis compañías furtivas, pueden separarnos. Sin saberlo, en un tiempo remoto ya, nos unímos. Mi alma, a la tuya. Tanto tiempo ya ha pasado. Yo solo...me quedo sin palabras días como éste, perdona no haberte repetido las suficientes veces cuanto te quise. Es lo único que lamento después de todo.
Eres irremplazable. Leelo bien, que se te grabe, no lo olvides.

NO ME OLVIDES.

martes, 19 de julio de 2011



Soy la misma pero temo que no, soy tan fuerte que no tengo valor, soy algo mas sincera, no estoy aqui "amor" .Fui la dueña de un tiempo que se fue, fui la que penso en jugar sin perder. No queda mas remedio, por fin pase(¿?) esta prueba.......

domingo, 17 de julio de 2011







Perdona si te amo y si nos encontramos hace un mes o poco más...perdona si no te hablo bajo, si no lo grito, muero ¿te he dicho ya que te amo?...perdona si me rio por mi desasosiego te miro fijo y tiemblo, sólo con tenerte al lado y sentirme entre tus brazos, si estoy aqui si te hablo emocionado.... si; estoy alucinado.
Yo, como estás, pregunta estúpida, a mi el amarte, me vuelve previsible, hablo poco, es extraño, voy muy lento, es el viento, es el tiempo, es el fuego.................

No jurábamos por nada más que arrancarnos la maleza de una vez, me quedé boqueando como un pez, nadie más borró tu cicatriz en mí. Osadía loca husmear en tus cosas, duele de placer tu cicatriz en mí. Hey, te suplico estrellame en vos, cocinarme lento como un ícaro en el sol, desde que te amé nunca se borró tu cicatriz en mí


Como un pacto sin firmar yo no espero más de ti, tú de mí no esperas más..... es un pacto sin firmar, en la planta de tus pies traes arena de otro mar, te los limpio y me hago el loco y como si esto fuera poco, antes roto que doblarme, antes muerta que dejarte. Y no espero que seas nadie, para mí no es importante yo no bailo con principes, pero te haré rey del baile, estoy a punto de romperme porque me gustas con coraje, mira que te lo advertí que te metes con quien no sabes, ya te habrás dado cuenta amor que yo no hago cosas normales, pero cuando quieras escaparte del cristal de tu escaparate ven que no voy a cambiarte ni tu vida será otra, yo te invito a este lugar donde el amor no se equivoca..........

viernes, 15 de julio de 2011



Antes de olvidarme de todo tendré que visitar de nuevo los lugares donde nos amamos, a ver si soy capaz de despedirme de mi. Quizá en un pequeño arrebato intente apurar lo poco que quede en esas botellas que dejamos dormidas en la mesa de aquel boliche, antes de que agosto nos dijera nunca, antes de la estupidez de continuar juntos por el temor a vernos solos. Te recuerdo como una alegría ajena pero como un desierto propio. Y no me extraña echarnos de menos si fue entre mis piernas donde conseguiste convertir la cama en un barrio en fiesta. Pero no bastó con eso. Nuestros temores vinieron a decomisarnos las certezas, a llenarnos de sábanas limpias y malentendidos. No bastó con hacer el boca a boca a nuestro pasado, no pudimos volver a ser los de las fotos. Fue por eso que un día me explotó en la cara la palabra adiós. Me marcho. Me marcho de mi, me voy a ser otra. No sé en qué momento llegas a olvidar a una persona de forma total...Cuándo olvidas su cumpleaños, su película favorita, y todo eso que relacionamos casi sin querer con alguien en particular. No, definitivamente no podemos olvidar. Sólo negamos hechos. Desconectamos. No todo pasa como dicen, no todo pasa y se olvida. De alguna forma siempre quedan los restos. Siempre quedan los jodidos restos. Y ahora me faltas vos. Puedo levantarme, caminar, dar vueltas y vueltas, volver a donde siempre. Pero sigo igual. Noto el hueco dentro de mi cuerpo, y aunque no escuece, ni duele, lo noto. Y es muy incómodo. Es muy incómodo sentir que te falta una parte, que estás incompleto. Odio el feminismo barato que afirma que la mujer no necesita a un hombre. La mujer necesita de otros, al igual que los hombres. Y cuando ese alguien falta, nos sentimos incompletos, independientemente del sexo que tengamos, independientemente de lo que nos consideremos. ¿Que si se puede vivir así? Claro. Claro que si. Yo sigo respirando, no he perdido ninguna de mis capacidades ni físicas ni psíquicas. Sigo teniendo el mismo cociente intelectual, o eso creo. Pero es más difícil. Más que difícil, que me canso. Me canso porque es una incomodidad diaria, a todas horas, este estar contigo pero sin ti, este echarte de menos, no tenerte cuando quiero. Y parecera una estupidez, pero cada día que pase notare como si el hueco se hiciese más grande, ¿sabes? como si me estuvieran vaciando el cuerpo con una cucharilla. Qué angustia. Qué angustia me da que no estés aca. Ojalá y todo hubiera sido diferente, pero no, como siempre a mí todo me tiene que salir mal y estoy harta. Harta de no poder estar con vos todos los putos días, harta de conformarme con verte de vez en cuando, harta de parecer feliz, de hacer como que no pasa nada cuando sabes perfectamente que sí pasa,y mucho. Porque aunque lo quieras ocultar con todas tus fuerzas te pasa lo mismo que a mí, pero eres incapaz de demostrarlo. ¿Alguna vez echas de menos mi sonrisa? Yo la tuya, de vez en cuando. ¿Tienes alguna vez tiempo para pararte a pensar? ¿Te has emborrachado alguna vez tanto para que todas las luces te parezcan estrellas?¿Alguna vez te has hinchado a llorar? Yo lo hago de vez en cuando. Todo el mundo se está volviendo verde, ahora que por fín éramos rojos. Todo lo que hemos dicho y hecho, lo hicimos y dijimos demasiadas veces. No te creerías la de veces que temo girar la esquina por si te encuentro al hacerlo, pero no, cuando lo hago nunca estás. Estoy en tantos lugares, me dirijo hacia ellos, todos me ven estando allí pero mi cabeza no sólo se retira hacia donde nadie llega sino que se pierde entre multitudes interminables. Dolida, mi alma vaga por las calles. Es teoricamente imposible hacerles comprender que hay mundos que necesitan darse vuelta para producir un cambio. Hay veces que uno tiene que arriesgarse, dando vuelta el mundo propio para entender como funcionan los otros. Nadie todavía se ha jugado por mí. . Que mentirosos que resultan ser todos cuando hacen el mayor intento por creerse ese tipo de engaños. Me he hecho de pretextos, de frases tranquilizadoras que sólo consiguen sacarme un poco de vida. Me la paso intentando alcanzar lo inalcanzable, lo imposible. Mi vida es un rejunte de intentos fallidos, de fracasos, de desepciones. Y todos creen que si sus mundos giran, el mio debe hacerlo. Intentan colocar las propias cordenadas que funcionan con ellos en mí, creen que alcanza con forzarme a querer hacer ciertas cosas. Nunca nadie entendió lo difícil que es lidiar con los pensamientos que rondan en mi cabeza. Nunca nadie, supo, ya no alcanzan las palabras para explicar lo mucho que te extraño. Ya no alcanza para traer tiempos perdidos ni recuerdos ya olvidados. Todos creen que he seguido mi vida, que los problemas se han acabado.......................


Hoy aprendo a descubrirme, a saber quién soy. Siempre seré absurda, siempre contradictoria: la hija divertida pero problemática de mis viejos, la hermana canchera, la novia obsesiva, la paqueta superficial, la amiga incondicional, la amante traidora, la virgen santísima, la puta reventada, la concertista de piano, la aprendiz de guitarra, la flaca anoréxica, la gorda obesa. Juego con mis papeles: me analizo con un psicólogo que siento más como un amigo, veo películas incansablemente, me siento sola en el cine. Juego a sentirme alegre, a tener dolor de panza de tanto reírme, a sentirme diva, gorda, triste, miserable, usada, enérgica. A sentirme útil escribiendo, a sentirme inútil cuando me releo, a reírme cuando me decís que te gusta que llore, a maldecirme porque sé que estás enfermo, a odiarme porque me encanta que lo estés. A amarte cuando no te soporto, a odiarte cuando te pareces a mí, a amarme cuando me parezco a vos, a que me cueste respirar cuando te escucho. Me voy. A eso: a sentir. ¿Quién soy? soy yo. ¿Cómo soy? Verás ¡soy tantas cosas! Soy útil, fiel, inútil, inteligente, puta, alegre, obsesiva, virgen, hermana, hija, prima, novia, amante, amiga, compañera, confidente, traidora y leal entre otras cosas. Ese es mi modo operativo, así soy: absurda. Me entiendo en mi desorden, en mi incoherencia.

Solo

Solo