miércoles, 20 de octubre de 2010


Es tarde pero la verdad es que no me importan las horas que pasen, sólo puedo encontrarme pensando en vos, sea la hora que sea. No me preguntes por qué ni cómo es que sucede, el hecho de necesitarte y que no estes hace que pierda fácilmente el hilo de conducción de la historia, como si nunca me hubieses dejado. Sigo creyendo que mañana vas a hablarme. Conservo la esperanza como si nada pudiese extinguir esa llama que encendiste en mi. Desde que me dejaste, los colores ya no brillan, las calles parecen estar deprimidas y los días tristemente fríos, los lugares a los que concurro están más vacíos y las compañías no tienen sentido alguno. Para mi el tiempo se detuvo, lo retengo en una capsula de aire porque me de pánico perderte del todo. Tanto que como ahora, siendo las 2:22 AM lloro en las noches opacas, preguntandome por qué tuve que encontrar en vos un lecho de confianza que no encuentro en nadie más. Ese vínculo invisible que parece mantener mi alma unida al recuerdo de la tuya, como si todo el cariño que decías tenerme se hubiese hundido en el fondo del mar.

Solo

Solo