viernes, 5 de noviembre de 2010


Justo ahora, quiero alejarme de vos. Desaparecer de tu entorno. No conocerte tanto como lo hago. Pasar nuevamente desapercivida antes tu indiferencia e ignorancia pero que no me duela, no tanto como ahora. Poder y tener las fuerzas para evitarte. Quiero ser una extraña para no depender de vos. Maldigo la hora en que apareciste en mi vida porque ahora, no tengo nada propio, nada parece pertenecerme, todo pende de un hilo que cuelga de tu mano que lo decide todo. Te quiero bien lejos, lo más posible, para no tener que caer en tus trampas. Odio esa mirada nefasta que me hace ver tu alma y desearte el doble de lo que lo hago normalmente. Te odio cuando crees que lo sabes todo, aún sabiendo que tenes razón. Amo tu fortaleza escondida y tu fuerza de voluntad contra toda adversidad. Entonces, otra vez, te quiero bien cerca para probarme y probar tu amor hasta el cansancio. Reaparecer en tu lado cuando la bronca de tus palabras silenciosas se borren de mi memoria. Que me hagas recordar los motivos, las razones y aquellas cuestiones que simplemente no tienen ni una sola explicasión y a las que a pesar de todo, tus labios saben darle significado. Que me digas que lo nuestro es infinito y que así también, existe. Quiero escucharte mentirme aún sabiendo que se la verdad. Quiero tus mentiras si son aquellas verdades las que nos tienen juntos e inseparables. Porque sencillamente, no me importa que título o apodo le pongas a lo que tenemos. A mi me basta con mirarte para saber que siempre vas a pertenecerme

Solo

Solo