lunes, 8 de noviembre de 2010


Sabía que esto iba a pasar. Y cuando dijiste "necesito estar solo" yo no supe que decir y dentro mío moría la esperanza que instauraste apenas te metiste en mi vida. Me sentí asfixiada y el espacio entre los dos se hizo tan infinito como las mil cosas que ya nos distancian desde siempre. Mis ojos se iluminaron, embargados por la tristeza, llenos de pudor y verguenza de quererte y no poder pararme, no poder advertirme la caída, y adorarte aún cuando (me) destruís y te aprovechas de mis debilidades y mi poca fuerza. Me veo morir, me veo agonizar a tus pies, pidientode clemencia, piedad. Mi corazón se desarmó, y escapé de tus palabras. Corrí al auto donde papá me esperaba para ir a comprar. Respiré ondo el aire frío que te cala los huesos y miré al cielo en busca de fuerzas para no llorar, por favor, no quiero llorar enfrente de papá, soy fuerte, siempre lo fui y no dejaré que el amor me tire otra vez abajo...Bueno, eso me decía, una gran mentira para ser sinceros. Me subí al auto y entre preguntas como: ¿estás bien? ¿hay algo que quieras contarme? ¿va todo bien en la facu ?; yo me mantuve callada y asentí con la cabeza las veces que pude y las que necesitó de un si o un no, se los dí rápidamente para no dejar escapar ni un sólo gemido de angustia. De esos gritos que queman las palabras en la garganta y no les dejan salir, y se quedan, y lo lastiman a uno, y uno sangra, y llora, y se siente desfallecer...
Te quiero con toda mi alma y eso no alcanza...Te estoy perdiendo y justo ahora, frente a mi pc lloro por eso. Porque estoy paralizada por un miedo que me hace caer en el lugar y no me deja correr hasta vos, alcanzarte y pedirte que no me dejes, decirte que te necesito y que sin vos...yo no se que hago. Y odio decirlo pero...es verdad. Nunca debí depositar todo en vos pero, no tenía otra forma, llegaste a mi vida como la última vida de un gato ya cansado de vivir y seguir luchando, me diste la mano y me pediste que no me rindiera y mirandote a los ojos supe que, tenía que tomarte la mano para salvarnos mutuamente. Pero ahora, que te tengo más lejos de mi que nunca...siento que me duele el cuerpo, que me duelen las ganas y la puta vida que no me deja dejarte. Y lloro desconsoladamente y se que se me oye desde las habitaciones contiguas pero hoy no me importa, por mi que las paredes se caigan, que la luz se apague pero que mi amor por vos, que tu amor por mi, se quede. Y no es posesión, ni obesión lo que poseo y siento por vos. Tengo la convicción de que no lo es. Te quiero tanto que mi cuerpo no lo aguanta, se hunde, se quema, se destruye por sentirte cerca. Si todavía no te pierdo y todo dentro de mí se ahoga, no quiero saber lo que va a ser dejarte ir. Porque si te quiero tanto como digo, voy a dejarte volar si es lo que deseas. Solo espero...que siempre vuelvas a mi...

Solo

Solo