miércoles, 20 de octubre de 2010

Nunca me imagine estar escribiendo sobre el, no es que me duela que me hayas despojado de tus palabras de esta manera, sino que me pesa tu indiferencia en los brazos, la manera en que todo lo que respecta a mi deja de ser importante para vos. Me enoja que no me mires a los ojos porque si tan solo me prestaces atención podrías ver un abismo, un sinfín de abrazos y 'te quiero' murmurados en silencio. Me desepciona saber que aunque te grite mil verdades, siempre tendrás una mentira que las remplase, una excusa que suene mejor. Me atormenta saber que no sé que es lo que estaras haciendo ahora: ¿que acaso estaras pensando en mi? ¿en cuando me podrás hablar con palabras que suenen y no con silencios que se pierden?. Me angustia no saber de vos, no poder decirte cuántas veces te extraño al día y en cuanto sueño te atreves a ser el personaje principal. Me atormenta saber que podes mentirme cuando te cante y yo no puedo descubrir, no puedo entender o quizás evito darme cuenta de cuando te inventas alguna historia que consuele mi llanto. Me aflige saber que no sos mío, que tus sentimientos son...bueno mejor no nombrar. A fin de cuentas, no se ni por qué te quiero con esta dimensión, con este potencial. Debo aceptar que no tengo motivos para ello, ninguno que conozca, ninguno del que sea conciente sacando tus brazos alrededor de mi, tus besos, tus palabras que silencian mi dolor, tu personalidad masoquista que encaja justo con la mia y que tu forma de amar me haga sentir viva. Debo aceptar que sí, estoy perdidamente enamorada de un hombre que no ve como yo lo veo, no con tanto amor y dulzura, no con tanto deseo, no con tanta impotencia y dolores reprimidos. Debo decir que a la hora de poner un punto final a la historia, yo sigo con dos puntos suspencivos. Debo de confesar que cuando se trata de él con su extraña manera de querer sólo me vale que me vea para que nada de todo esto me interese en lo más minimo...

Solo

Solo