Te mire a los ojos. No podía entender nada. ¿Encerio me habias dicho que todo había terminado? ¿El juego había terminado? ¿Así como así me ibas a dejar?. No quería escuchar, la persona que siempre quise, la que me había prometido un "por siempre juntos" me había cambiado por un destino sin proposito alguno. Había cambiado el mio por una ruleta rusa. Después de meses de un juego que nunca supe decifrar, de tenerme esperando por vos, de tener que dejar mil cosas por vos. Porque en verdad me importabas. Ahora, no podía entender como es que estabamos despidiendonos sabiendo que te tendría que ver otras mil veces mas. Me latía el corazón como un león rugiendo en silencio. Me dolía, se me oprimía cada dos por tres. No entendía por qué me hacías todo eso, con que razón, ¿con que derecho me haces esto?. Entonces decidi que lo mejor era dejarte atrás y cómo me mentí. Porque entonces descubri que el amor es más que difrutar de él. Es sufrir por él, volverse loco por él, desesperarse por él y hacer cualquier cosa, lo que sea y sólo...por él.